Noticias científicas
Lucía Barrera entrevista a Vicente Vicente, Presidente de la SETH
Fuente: Gaceta Médica
6 de Marzo de 2015
"Sí a la troncalidad, pero sin quitar ni un solo día de formación específica de hematología"
Impulsar la visibilidad de la sociedad a nivel nacional e internacional, potenciar la formación de los residentes, y colaborar con especialidades como la hematología y la hemoterapia son cimientos en los que está trabajando Vicente Vicente desde que llegó a la presidencia de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH).
Pregunta. ¿Qué reconocimiento hay de la disciplina?
Respuesta. La SETH es una sociedad multidisciplinar, que agrupa a varios especialistas. La enfermedad trombótica abarca a pacientes de cardiología, primaria, medicina interna, etc.
P. ¿Está reconocida por la profesión?
R. Sí. Hay que tener en cuenta que una de las causas más prevalentes de muerte son el cáncer y la oclusión vascular.
P. ¿Cuál es el posicionamiento de la SETH con respecto a la troncalidad?
R. Hace escasos meses que ocupo la presidencia de la Comisión Nacional de la Especialidad de Hematología. Es una disciplina de la medicina interna, por eso es uno de nuestros troncos. Por tanto, tener una formación en medicina interna a cualquier especialidad le viene bien, pero ello no tiene que ir en detrimento de perder los contenidos específicos. Está claro que todo ello redundará en el beneficio del paciente, pues se tratará al enfermo de forma más integral. Eso sí, no podemos perder las peculiaridades de la hematología, que es una especialidad peculiar dentro de las especialidades médicas porque es la única que conjuga la parte clínica con la parte biológica. Por lo tanto, el hematólogo tiene que saber tratar los problemas clínicos de los pacientes, pero también tiene que entroncarlos luego con aspectos biológicos, que es el desarrollo, el diagnóstico y lo morfológico. Reducir el periodo es inviable. Me parece bien la troncalidad, vamos a ser más médicos, habrá más mentalidad internista, pero no se puede quitar ni un día de la especialidad específica de hematología clínica. Acogemos con los brazos abiertos a la troncalidad pero ampliando a cinco años la especialidad. Cuatro son inviables para hacer una buena formación.
P. Hay especialidades que han acudido a tribunales, ¿cree que finalmente habrá una flexibilización del decreto?
R. La comisión nacional no deja de ser un interlocutor con el ministerio y no deja de ser el puente de unión entre el hematológo y los asesores. Tenemos una responsabilidad muy grande, hemos empezado a trabajar con ellos, pero no queremos solicitar por solicitar, sino plantear esto con datos y no con deseos. Yo espero que en los próximos meses podamos tener este documento y ser capaces de explicar al ministerio nuestro razonamiento.
P. Se ha comentado las dificultades de acceso a las innovaciones que se están dado , ¿se ha percibido esto desde la sociedad?
R. Sí, aunque hay que tener en cuenta que todo es propio de la crisis. El primer fármaco de acción directa surgió en 2005, era simeragatrán. Este fármaco tuvo que ser retirado del mercado por unos efectos adversos y otros problemas, si no hubiera sido así no estaríamos hablando de estos problemas en el acceso. Se trata de fármacos que no necesitan control biológico, y desde el punto de vista de eficacia y seguridad son más seguros. El problema es que la crisis económica irrumpió y su precio también influye, ya que son más caros que las antivitaminas K. Además, no se supo explicar bien a la administración ni se estratificó el riesgo de los pacientes. Todo esto ha generado una serie de dudas y problemas y una incertidumbre por los fármacos que vienen. Son medicamentos seguros y se pueden beneficiar pacientes con riesgo hemorrágico. Sería el momento para que la administración y profesionales pudieran hablar de las ventajas y adoptar una postura más positiva.
P. Además de las dificultades en el acceso, ¿han detectado dificultades entre hospitales de una misma comunidad?
R. Sí. Este es uno de los grandes problemas de la España de las autonomías. En este contexto se podría llegar a plantear la utilidad del ministerio de Sanidad, ya que cada autonomía dicta las normas sanitarias en cada CC.AA. Lo que no puede ser es que para una misma enfermedad de un español, las condiciones de prescripción sean distintas en una comunidad o en otra. Siempre pongo el mismo ejemplo, yo que soy de Murcia, está el problema en Beniel y Orhiuela, separados por dos monolitos que ponen "provincia de Alicante y de Murcia". Dependiendo del lado del monolito que estés se prescribe un fármaco o no, y además, la prescripción la hace un médico de primaria o de especializada. Esto es un disparate. ¿Por qué tiene que haber unas indicaciones de un determinado fármaco dependiendo de la comisión de farmacia?
Fuente: Gaceta Médica