El pasado 26 de diciembre nos dejó de manera inesperada el Dr. Miquel Rutllant.
El Dr. Rutllant ha formado parte de la historia de la especialidad de Hematología y Hemoterapia de este país prácticamente desde sus inicios.
En 1967, comenzó a trabajar en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona en el laboratorio, encargándose del área de hematología. Promovió y participó de manera primordial en los cambios organizativos, como la configuración moderna de los servicios hospitalarios, que hicieron del hospital un centro puntero e innovador. Fue el primer presidente de la asociación profesional del hospital cuando se constituyó. El modelo de organización profesional de los facultativos dentro de los centros fue también una novedad que se extendió a otros hospitales del entorno.
Fue director médico en dos periodos diferentes.
Como jefe del Departamento de Hematología y Hemoterapia, configuró la estructura de un Servicio moderno e integrado, orientado hacia el paciente, con las áreas de conocimiento de un servicio de hematología moderno: hematología clínica, hemostasia y trombosis, hemoterapia, eritropatología y laboratorio avanzado de hematología. Esto hizo posible, entre otros muchos logros, que en su servicio se realizase en 1976 el primer trasplante alogénico de médula ósea del estado y, unos años después, el primer trasplante autólogo.
En el año 1973, hematólogos y otros especialistas dedicados a la hemostasia y trombosis, fundaron en Barcelona la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia y lo nombraron su primer presidente. Ya en ese momento tenía muy claro que el campo de la hemostasia y trombosis era necesariamente multidisciplinar y que sobrepasaba el ámbito de la hematología. Con ese espíritu nació nuestra sociedad.
Fue también presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia. Durante su mandato se consensuaron y establecieron los requerimientos mínimos que debían cumplir las secciones que integran los servicios de hematología y hemoterapia. Esto es fundamental para mantener la cohesión de la especialidad y protegerla de amenazas
Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona durante varias décadas hasta su jubilación.
Pionero en formar estructuras estables de investigación mediante institutos y fundaciones en momentos en los que eran prácticamente inexistentes en nuestro entorno.
En todos los aspectos profesionales, formativos, directivos, sindicales y de fuera de la medicina, como en el deporte (era excelente en remo olímpico), siempre mostró una gran actitud innovadora y emprendedora.
Como persona destacó siempre su cercanía a todos los que lo rodeaban. Siempre tenía un momento para hablar con todos, del tema que fuera, independientemente del estamento o categoría. Sus consejos y recomendaciones, generalmente aceptados, han sido siempre muy valorados por todos.
Destaca el hecho de que siempre estaba extraordinariamente informado de todo lo que sucedía a su alrededor en cualquiera de los entornos en los que se movía, hasta en esas cosas que nadie podía imaginar, tratándose de todo un Jefe de Departamento tan ocupado. Entre otras muchas cosas, esto hacía que fuera tan valorado y apreciado por todos.
Tenía un extraordinario, podría decirse que mítico, sentido del humor, que nunca le abandonó, ni en las circunstancias más adversas y complicadas. Cuando estabas cerca de él, la alegría y la risa estaban garantizadas, lo cual no impedía que dijera las cosas claras y directas, tal y como las pensaba, pero siempre con un fondo constructivo. Era una persona muy estimada por todos los que lo han conocido y, sin duda, el mundo sería mejor con más personas como él.
Descansa en paz, Miquel. Va a ser muy muy difícil que los que te han conocido te olviden.